Los y las jóvenes que recibieron su bautismo en la niñez, son convocados y convocadas a confirmar su fe en un acto público en el marco de la comunidad, luego de recibir adecuada preparación para ello.
No hay una edad predeterminada para este paso de fe, pero se hace en general en torno a los 13-15 años de edad.
También personas adultas que nunca han confirmado su fe pueden solicitar dar este paso.
Este acto es un símbolo y señal de que las personas se sienten miembros plenos de la comunidad de Cristo, en el contexto particular de una comunidad de fe específica. Al dar este paso se comprometen a “permancer en la fe, a contribuir con la iglesia mediante sus oraciones, presencia, dones y bienes, de manera que la iglesia de Jesucristo sea parte integral de sus vidas”.